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Hay momentos de nuestra vida en que nos cuesta conciliar el sueño. Estrés, cansancio y otros problemas pueden impedirnos dormir adecuadamente. En este artículo hablaremos de cómo enfocar el mindfulness para dormir.
Vivimos en una época en la que la mayoría de personas andan ocupadas casi todo el tiempo. A veces, ante tantas actividades y ocupaciones —más las circunstancias mismas de la vida—, aparecen el estrés, el cansancio y hasta desequilibrios emocionales. Esto no solo nos lleva a la infelicidad y al malestar en nuestro día a día, sino que también puede conllevar dificultades para conciliar el sueño. Y si no dormimos adecuadamente, el cuerpo y la mente se ven afectadas, y es así como puede iniciarse un ciclo que se retroalimenta: duermo mal-estoy mal, estoy mal-duermo mal y así indefinidamente si no le ponemos remedio.
Por suerte, el remedio está a nuestro alcance, y es algo más sencillo de lo que parece.
Las ondas cerebrales y los estados consciencia
Los seres humanos generamos diferentes tipos de ondas cerebrales. Una onda cerebral es un «ritmo» generado por los impulsos eléctricos que surgen a partir de la conexión entre neuronas. Ese «ritmo» puede ser hasta de cinco tipos diferentes, y tiene relación con lo que podemos llamar estados de la consciencia.
Generalmente, en nuestra conciencia de vigilia, es decir, en la actividad habitual del día a día, generamos ondas beta, que se activan cuando estamos realizando actividades como trabajar, estudiar y en general actividades mentales que requieren esfuerzo. Para desempeñar nuestro trabajo y otras actividades del día es necesario estar en ese estado, pero si generamos demasiadas ondas beta (beta altas), pasamos de la concentración y el esfuerzo al estrés. Hay otras ondas cerebrales relacionadas con el esfuerzo, las ondas gamma, que emitimos si estamos en un verdadero estado mindfulness, aunque de esto ya hablaremos en otra ocasión.
Cuando descansamos, estamos dando un relajante paseo o empezamos a meditar, generamos ondas alfa, muy relacionadas con la calma interior y la relajación. Cuando nos vamos a dormir en condiciones normales, de las ondas alfa pasamos a las theta, que son de calma y descanso profundo, y definitivamente a las delta, cuando dormimos profundamente. Ese es el ciclo cerebral del descanso y el sueño normal.
Pero, ¿qué sucede si durante el día nos estresamos y no nos vemos capaces de gestionar las diferentes circunstancias que presenta la vida? Que nos vamos a dormir con las ondas beta altas, estresados, incapaces de relajarnos. ¿Entonces, qué hacer?
Mindfulness y la regulación de las ondas cerebrales
Desde hace décadas, la práctica del mindfulness y la meditación ha sido investigada en el laboratorio, especialmente en cómo afecta a las ondas cerebrales. Es interesante comprobar que la práctica de mindfulness puede ayudarnos tanto para aumentar nuestra concentración como para relajarnos y conciliar adecuadamente el sueño.
Cuando nos sentamos a practicar mindfulness, de las ondas beta pasamos a las ondas alfa, o lo que es lo mismo, de un estado de vigilia a un estado de serenidad mental cada vez más profundo.
¿De qué maneras podemos conseguir regular mente y cuerpo y tener un sueño reparador?
En lo más inmediato, podemos intentar practicar un poco de mindfulness antes de irnos a dormir. Hacer una meditación guiada nos ayuda a poner atención y dejarnos guiar por una voz hacia nuestra propia interioridad puede ayudarnos a calmar nuestros pensamientos y emociones para dormir.
También podemos programar una meditación en alguna app dedicada a estas prácticas, elegir el tipo de meditación y de práctica de mindfulness que más nos pueda ayudar durante la noche a relajarnos y al fin descansar.
Otra opción es sencillamente sentarse o tumbarse en la cama y practicar mindfulness poniendo nuestra atención en la respiración hasta que nuestra mente se calme.
Pero realmente, si queremos resultados a largo plazo, es necesario un poco más de esfuerzo. Trabajar en nuestra propia espiritualidad y autoconocimiento nos conducirá a tener una vida más plena y feliz, y una de las prácticas más importantes para llegar a eso es la meditación y el mindfulness. Es importante, para ello, querer autoconocernos, decidir ser felices y trabajar por ello.
Cuando le damos un sentido a nuestra propia existencia, nuestras propia vida y prácticas serán conducidas hacia ese objetivo, y eso ayuda enormemente a cultivar una mente mindfulness y el Despertar de la Consciencia.