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Terapia Gestalt, un camino hacia la integridad

«Es la organización de los hechos, percepciones, conductas y fenómenos, y no los elementos individuales de los que se componen, lo que les define y les da su significado especifico y particular.»

Fritz Perls

La terapia Gestalt está desarrollada por Fritz Perls en la segunda mitad del siglo XX como un método que respeta y reconoce que las personas perciben la realidad dándole una forma, un significado. Tendemos a dar un sentido y un orden a las experiencias.

Comenzó como una ayuda para eliminar bloqueos y conflictos internos para pasar posteriormente a trabajar con el crecimiento personal y el potencial humano también. Como psicología positiva, busca la integridad de la persona: lo físico, lo mental, lo emocional e incluso, lo espiritual. La experiencia del pasado se une con los objetivos del futuro en la realidad del presente.

Brevemente paso a explicaros los puntos más importantes de esta terapia.

«Deja que el plan para ti surja dentro de ti.»

Fritz Perls

terapia gestalt

Algunos principios de la terapia Gestalt

Darse cuenta: En esta sociedad hemos perdido la capacidad de darnos cuenta de lo que sentimos, de nuestras necesidades reales, y del medio ambiente. Funcionamos frecuentemente de una forma automática día tras día. Darnos cuenta de lo que realmente sentimos y necesitamos, es el primer paso hacia la integración.

La terapia gestalt no busca sólo el origen de los problemas, un por qué de las cosas, que muchas veces no lleva a una solución, sino que presta más atención al cómo se producen las conductas en el presente. Cuando la persona se da cuenta y reconoce lo que hace y cómo lo hace, puede cambiar su conducta.

Aquí y ahora: La realidad se produce y se percibe en el presente. El pasado ya pasó y el futuro no ha llegado. Se construye en el presente.

La experiencia en el aquí y ahora conecta con lo que es real y facilita hablar desde lo que experimentamos. Así evitamos hablar sobre las cosas, juzgándolas.

Contacto y retirada: Las relaciones humanas son básicas para la vida, y el contacto y la retirada están muy distorsionados en la actualidad.

Convivimos con los demás y los vemos, pero no los miramos, los oímos pero no los escuchamos, sentimos pero no nos damos cuenta de qué siente el otro.

Estamos más en contacto con la idea que tenemos del otro que de cómo se encuentra en este momento. Cuando me separo del otro, en lugar de echarle de menos o sentir alivio, empiezo a revisar cómo ha ido la relación. Me aparto de la experiencia real, voy al pasado y a darle vueltas en la cabeza.

Y, tan importante como percibir al otro, es percibir qué sentimos en nuestro interior. Refuerza la salud.

Responsabilidad y limites: La guía y responsabilidad que tenemos en el exterior y en nuestros padres cuando somos niños, necesitamos como adultos tomarla y reconocerla en nosotros. Cuando no realizamos este cambio, permanecemos buscando continuamente la opinión de los demás para saber qué hacer, para llevar la contraria, en una continua inseguridad.

La terapia guía hacia un desarrollo de los recursos y las capacidades propias y el reconocimiento de uno mismo. A la vez ayuda a soltar todas aquellas responsabilidades que no nos pertenecen.

Experiencia: La terapia gestalt es experiencialista, da prioridad a la experiencia por encima de las teorías.

Apenas he dado unos apuntes de lo que es la terapia.

Tiene un montón de técnicas vivenciales para probar y experimentar que facilitan el reconocimiento de uno mismo, desde el trabajo con los sueños, la silla vacía, el cierre de situaciones inconclusas, los mecanismos de bloqueo o el ciclo de cubrición de necesidades, hay mucho donde elegir. Os propongo probarla.

Redacción: Marta Vidal, psicóloga colegiada, CV 09879

Bibliografía recomendada

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